- Autor: Jennifer Mathieu.
- Formato: Tapa Blanda || Digital Ebook.
- Editorial: V&R Editoras.
- Páginas: 426.
- Temática: Drama, Romance, Juvenil.
- Disponibilidad: www.casadellibro.com || Amazon.
- ISBN:
Las chicas ya no van a tolerar más machismo en el instituto…¡Llega la Revolución Moxie!
Vivian Carter está harta. Harta de que el director del instituto siempre favorezca al equipo de fútbol de los chicos por encima de todo. Harta de los sexistas códigos de vestimenta que obligan a las chicas a llevar ropa“decente”en las aulas. Harta del acoso masculino en los pasillos, de los gestos machistas a diario y los comentarios inaceptables que nadie denuncia ni castiga.
Pero, sobre todo, Vivian Carter está harta de cumplir las normas.
¿Qué puede hacer para desencadenar un auténtico cambio?
Moxi ees la respuesta.
«Este es el libro para la nueva generación de jóvenes feministas.»Time
¡Buen día, Nadadores! Espero que se la estén pasando de lo mejor en estos días. Algunos ya han salido de vacaciones y disfrutan de la vida. Por mi parte, tengo que esperar un par de días más pero bueno, esperemos que el tiempo vuele, por favor.
Como había mencionado anteriormente en mi Hablemos de: Día internacional de la mujer, me interesa bastante el que las chicas y chicos seamos tratados por igual. En mi tierna infancia no podía salir a jugar, porque las mujeres se quedan a limpiar, mientras veía que mi primo salía y se desaparecía feliz de la vida sin siquiera avisar.
Y eso no era todo. Anyway, como podrán darse cuenta, he vivido el machismo demasiadas veces como para no sentirme molesta por ello. Está en mis venas el no soportar las injusticias, por ello cuando la editorial me mandó el libro, dije ¿por qué no? Así que les cuento un poco de mi experiencia con Moxie.
Mil gracias a V&R Editorial por el ejemplar.
Las chicas de la escuela East Rockport High a lo largo del tiempo han tenido que lidiar con los jugadores de futbol americano que las mandan a lavar los platos, a que las denigren por los pasillos y a tener que soportar cosas que no quieren hacer. El ser castigadas cuando alzan la voz.
Esta vez, Vivian no puede soportar el ver cómo a Lucy Hernández, una compañera nueva, es callada y burlada por sus compañeros.
Enojadas. Intocables. Imparables. Y, si usamos las palabras que dijo la abuela sobre mamá en la cena de anoche, llenas de empuje. O Moxie en inglés.
Así que, después de tantos años de ver la caja de recuerdos de su mamá e ideas revolucionarias de los 80’s y 90’s en las que eran unas protestantes rebeldes, crea Moxie, un movimiento en el que las chicas protestan, alzan la voz.
Las mujeres constituyen una fuerza revolucionaria que puede cambiar en verdad el mundo.
Basta de quedarse calladas, de ser toqueteadas y reprimidas por su vestimenta porque puede incitar a la comunidad masculina a hacer cosas que ellas no desean.
Por ello, poco a poco ve cómo el movimiento va tomando fuerza pero no contaba con que hacer una revolución femenina no es tan sencillo como parece.
Hablando de los personajes, Vivian Carter es una chica de dieciséis años que vive con su madre en un pueblecito de Texas. Desde que es chica, es una obediente y no se mete en problemas, pero no puede controlar el sentimiento de impotencia que la embarga cada vez que piensa en las injusticias cometidas por los jugadores de futbol a los que les permiten hacer lo que quieran. Vivian es impulsiva, trata dejarse llevar por sus deseos y tiene emociones bastante caóticas en su interior.
Es la canción número siete de mi álbum mental titulado Mi novio imaginario: ¡Grandes éxitos!
Lucy Hernández es la chica nueva de la escuela. Al vivir en Houston, era parte del club del feminismo de su escuela, y estaba en una gran cantidad de clubs. Es aplicada, admirable y no teme decir lo que quiere o alzar la voz si se comete una injusticia. Se mudó a East Rockport por problemas económicos.
Eso es lo que buscaron hacer con el movimiento Rio Grrrl. Intentaron abrir caminos para que las chicas se encuentren. Se trataba de chicas a las que les importaban las mismas cosas, peleaban por lo mismo y compartían gustos. Antes de que existiera Internet. Lo hicieron a través de fanzines, bandas, letras de canciones en papel, espectáculos y cintas de casete que vendían a cinco dólares.
Claudia es la mejor amiga de Vivian desde que son unas niñas. Es una persona que no quiere meterse en problemas, que es sarcástica y se mantiene más bien alejada de las actividades de Moxie. Es buena horneando barras de limón.
Seth Acosta es el nuevo chico que ronda en los pensamientos de Vivian la mayoría del tiempo. Tiene un aire misterioso, es atento y amable. Trata de apoyar a la protagonista en todo lo que puede.
La mamá de Vivian es una enfermera de aproximadamente 40 años. De joven, era bastante rebelde y acudía a revoluciones civiles para la igualdad de las mujeres, lo que la metía en problemas constantemente. Es enfermera, busca el bienestar de su hija por sobre todas las cosas.
A veces sentía que Vivian sólo quería alzar la voz y crear Moxie sólo porque su madre había sido “una rebelde” en la juventud y para romper con su paradigma de chica obediente. Y no porque en serio quisiera cambiar las cosas. En ocasiones, me preguntaba a mí misma: sí, va a hacer un movimiento que sacuda la escuela por completo, y luego ¿qué?
No hacía las cosas más que por impulso y eso me tenía sumamente contrariada y molesta. Esas cosas deben ser tomadas en serio y no son solamente un juego.
No puedo negar que en más de una ocasión sentí mi vida escolar era sumamente parecida a East Rockport. Lo cierto es que muchas veces a los maestros no les importa lo que hagan sus alumnos, si aprenden o no, y me encantó que reflejaran un poco el asco que es ser parte de una escuela así y la impotencia que sientes al ver que haces las cosas para cambiar y son bastantes las veces que nada pasa. En eso me identifiqué sumamente bien.
¿El recato es una virtud que nunca pasa de moda? ¡Qué desgraciado!
Por otra parte, cuando veía lo que les hacían a las chicas, me hervía la sangre de rabia. Y es que cuando te mandan a lavar los platos, simplemente los ignoras. Pero que te hagan tropezar en el pasillo para hacerte cosas como el “choque y toque” en la que te metían mano cuando menos lo pensabas. Además de los injustos controles aleatorios de vestimenta porque “provocaban a los chicos” me tenían rechinando de los dientes.
Y es que muchas cosas de las que nos narran en este libro son ciertas. Que cuando denunciamos una injusticia muchas veces se queda impune, así que las formas de protestar de las chicas, si bien eran algunas poco ortodoxas, no niego que me hicieron reír un poco y que mi corazón saltara un par de veces de orgullo.
Van a quedar otras chicas después de que yo me vaya. No hice Moxie por mí. Lo hice por todas las chias. No me hagas caso, eso sonó como si tuviera un ego enorme o algo.Los personajes no son los mejores con los que me he topado. La mayoría de las veces estaba sumamente enojada con la actitud indecisa e infantil de Vivian, de esa mala costumbre de etiquetar a las personas y juzgarlos a todos por igual cuando sólo unos cuantos eran los que lo realizaban. Eso no me pareció lo correcto.
Sé que no todos los chicos son unos desgraciados. Eso lo entiendo. Pero el tema es que, cuando se está rodeada de tantos desgraciados, una se olvida, ¿viste?El final no me ha gustado demasiado. Creo que fue acertado en una parte porque no sabía qué más esperar que pasaría pero es una lástima que la autora no se haya esforzado mucho en sorprender.
La fluidez al leer era buena. No estaba de acuerdo en muchas cosas pero no podía dejar de leer y a ello le agradezco a la prosa de la autora que es bastante rápida y entretenida, adictiva incluso.
Moxie me ha parecido un libro normalito. Tenía buenas esperanzas, buenas iniciativas y propuestas pero no me sorprendió ni me encantó. La prosa de la autora es buena, pero no siempre estaba de acuerdo con la actitud de los personajes. Es un libro bueno para pasar el rato, que menciona que es posible la unión entre distintas razas, grupos sociales y orientaciones sexuales solamente por el hecho de ser mujer.
Jennifer Mathieu, oriunda de la Costa Este de Estados Unidos, solía dedicarse al periodismo y ahora es maestra de inglés en preparatoria y escritora de libros sobre y para adultos jóvenes. Tiene la consigna de tratar a sus personajes como personas reales. Su novela debut es ¿Te conté lo de Alice?, y también es autora de Devoted. Vive con su esposo e hijo en Texas.
Aleeee holaa!!!
ResponderEliminarEs una lástima que el libro no te convenciera del todo. Es decir, tiene una temática muy buena y definitivamente necesaria sobre el feminismo, pero me decepciona un poco sobre los personajes en especial la protagonista quien al parecer solo hace lo que está haciendo por las ideas de su mamá en su juventud y no porque le nazca hacerlo.
En fin, gracias por la reseña hermana del mal :3
Besos!!
Ale!!! Hola de nuevo :V
ResponderEliminarTenía mucha curiosidad sobre el libro porque vi que es una de las novedades de la editorial.
Sabía vagamente de qué iba, pero ahora que ya sé bien qué onda, debo decir que... No me dan ganas de leerlo.
Sorry, baby Jesus.
Lamentablamente dejé de creer en el movimiento feminista cuando comenzaron a reclamar cosas que no tenía pies ni cabeza.
Sé que soy mujer y todo eso, pero no apoyo la causa.
Eso tampoco quiere decir que apoye el machismo o algo :v
Pero creo en la igualdad.
Es un tema tan largo y profundo.
Anyway, volviendo al libro.
Estaría bien leerlo para matar la curiosidad y porque la portada es la pasada, pero hay algo que nada más no me convence del todo.
Bueno, nos seguimos leyendo.
Gracias por tu reseña ♥