¡Buenas tardes (noches ya), Nadadores! Me hace inmensamente feliz el estar de vuelta aunque sea para decirles cómo me va. Este par de meses necesitaba desesperadamente una desconexión con la computadora, por ello evitaba en la medida de lo posible el estar reseñando. Creo que más de uno se ha sentido desanimado, este 2020 estuvo lleno de cambios para todos, unos más buenos, otros más malos pero indiscutiblemente se nos movió el suelo, el techo y todas las superficies posibles.
Les cuento que lo estoy haciendo bien -o al menos eso creo jaja-. El proyecto que tanto tiempo les dije que estaba preparando ya salió a la luz el día de hoy: voy a montar mi propia tienda literaria y les agradecería infinitesimalmente su apoyo en mi instagram: @laguaridadellobomx.
La verdad es que eso de que no estaba en la computadora nunca no es del todo cierto, me llevaba diseñando todo el día, trabajando y alternando entre la triste vida que supone la virtualidad escolar y la pesadilla entre las que figura mi servicio social.
Otra de las novedades es que al fin la vieja Vanessa y su servidora ingresaron a un curso de coreano que mata el poco o nulo tiempo libre que tenía. A veces -demasiadas- tenemos ganas de rendirnos pero poco a poco ahí va la cosa. Seguimos teniendo tarea clase tras clase y sentimos que no aprendemos lo suficiente y que todo va demasiado rápido. Ya veremos qué tal, si abandonamos en el intento o si persistimos con dolor para ser autodidactas, lo cual no está tan chido cabe aclarar.
He hecho muchas amistades que valen la pena, me he metido a un par de LC's que me han sacado las risas y las lágrimas. Ha habido bastantes altibajos, la escuela ahora supone para mí una carga ya que no me deja tiempo para emprender, para trabajar y para diseñar en lo mío, más aún porque ya nos sentenciaron con que terminaríamos el año de manera virtual.
He leído, mi reto de GR culminó satisfactoriamente con más de 20 libros aparte de los que me había propuesto. Entré a bastantes clubs en los que espero que no muramos por la gran cantidad de carga que nos estamos echando al lomo pero sigo guardando a Blogger en un lugar especial en mi corazón.
Espero que con el paso de los días esta entrada no se convierta en una manera de justificar mi ausencia por tanto tiempo, ya que tengo varias reseñas pendientes por hacer, varios del sofá al cine qué compartirles y bastante del Asian Mood que dejé abandonado cual cara dura.